Autoridades mexicanas trasladaron a cerca de 100 venezolanos a Ciudad de México en un esfuerzo por aliviar la tensión en la frontera norte.
El primer grupo estuvo conformado por venezolanos deportados de los Estados Unidos, quienes llegaron a la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
No obstante, denunciaron que los dejaron en la calle desde el día sábado, ya que el COMAR cierra sus puertas los fines de semana. Los migrantes quedaron expuestos sin comida, sin ropa para el frío y sin sentido de orientación.
“Nos ofrecieron toda la ayuda. Un albergue mejor porque en Matamoros no contaban con instalaciones y logística, pero nos engañaron. Ahora estamos aquí en la calle solo con lo que tenemos puesto”, dijo a AP Tearrán Acevedo, un venezolano de 32 años.
“Me vine para cumplir un sueño americano, y se me ha convertido en una pesadilla”, agregó el migrante. Asimismo, explicó que entre pagarle a traficantes y funcionarios ya gastó los 4.500 dólares con los que inició el viaje desde Colombia.
Además, perdió su único documento de identificación al entregarlo a las autoridades estadounidenses cuando quedó detenido a finales de septiembre.
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La pesadilla para los migrantes venezolanos inició a finales de septiembre cuando el gobierno de Joe Biden anunció el inicio de las deportaciones.
La Casa Blanca anunció un plan para entregar 24.000 visas a los migrantes venezolanos. No obstante, solo en el mes de septiembre, la cifra de migración superó los 33.000.
El grupo de migrantes no pierde la esperanza de ingresar a los Estados Unidos y descartan regresar a Venezuela. Esto, debido a que ya gastaron los ahorros de su vida para llegar hasta allí.
Mientras tanto, aseguran que buscarán trabajos en México mientras se estabiliza la situación, señaló Voz de América.
De acuerdo con cifras de la ONU, hasta el mes pasado se habían contabilizado más de 7,1 millones de personas (alrededor de 20% de la población total) que han migrado de Venezuela en los últimos años.
